Estoy pasando por una etapa de flojera mental con muchas dudas respecto de lo que emana de mi precaria inspiración. Como que desconfío de casi todo lo que quiere salir de mi cerebro. Me ha pasado muchas veces, aunque en esta ocasión se ha vuelto algo más tedioso, una especie de largo empantanamiento en lo creativo. Lo único bueno es que no hay culpas ni broncas ni me ha dado por desesperarme.
Está bien. Son cosas que pasan -me digo
Pero, desde la parte oscura y ardiente de mi inframundo más íntimo me llegan poderosos deseos de escupir horribles improperios a los malditos dioses de la inspiración.
Para la encantadora Salma, nada mejor que el Español para insultar a lo que se nos ponga por delante
