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Palabras sueltas: De la Ironía, el Sarcasmo y la Hipocresía

 



     
    
    Mucha gente tiende a confundir la ironía con el sarcasmo. Aunque son hermanas gemelas, una es blanca y la otra negra. Para ser un fiel representante del histrionismo irónico es menester amar la carcajada y tener un afilado sentido del humor, una percepción de las cosas sin un ápice de aquella moralidad cebolla que gobierna los espíritus de algunas personas que confunden el humor blanco (y aburrido) con la picardía (sin vulgaridades). Es que la ironía es, entre otras cosas, el acto de  insinuar todo lo contrario de lo que se dice: "¡Gracias por llegar tarde, y perdóname por haber llegado a la hora!"

     El sarcasmo, es otra cosa. Nada más delicioso para “sutilizar” un acto de venganza que aplicar una buena dosis de ironía condimentada con alguna salsa infernal de esas que vienen en un frasco con veneno. Algo así (por ejemplo) como una venganza en contra de algunos que se encargan de echarles a perder la vida a otros por el puro afán de salirse con la suya y sin que les importe (en lo más mínimo)  las consecuencias: No fui a su funeral, pero envié una carta diciendo que lo aprobaba”
 
     Lo que sí es que, como todo en la vida, hay distintas calidades de ironía y de sarcasmo, y éstas a su vez, se pueden terminar transformando en hipocresía o cinismo.
Ahí tienen ustedes, por ejemplo, que la iglesia católica española y su séquito de curas representantes a cargo de elevar el espíritu de sus fieles hasta las cofradías de su dios, se negaron a que, Alex Salinas, un católico fiel, transexual, de 21 años, pudiera ser padrino del bautizo de su sobrino, porque, de acuerdo a la medieval e irrisoria concepción ¿espiritual? de esta iglesia, Alex, no cumple con el requisito de “llevar una vida que sea congruente con la fe” (¿?)

     La hipocresía en este asunto está en que las religiones fungen de especialistas -como lo fueron Walt Disney o Julio Verne- pero, en la creación de ámbitos de amor a nuestros semejantes, de misericordia, de solidaridad, de justicia divina, de refugio de las almas pecadoras y de otras manifestaciones más surgidas del marketing eclesiástico, y que sirven muy bien al propósito de encantar al personal haciéndonos creer que ellos verdaderamente creen y santifican aquello que pregonan con tanto esmero: “Todos somos iguales frente a los ojos de Dios”. 
Una verborrea impúdica que esconde soterradas intolerancias y una decadente intransigencia que descarrila a esta iglesia en su peregrinar de la mano de la gente que cree, pero que también piensa y que cada vez está menos dispuesta a dejarse llevar por una propuesta espiritual que arrastra un cordón umbilical relleno con desperdicios.

     “Isn't it ironic, don't you think?”, nos canta Alanis Morrisette mientras nos relata del hombre que cumpliendo los 94 años se gana la lotería y muere al día siguiente. O de la mosca negra que cae en tu Chardonnay. O del perdón para el condenado a muerte, que llega dos minutos tarde.

     Para ejemplificar un acto de sarcasmo, nada mejor que echar mano a la figura controversial y provocadora de Mourinho. Ante las declaraciones de la mujer de quien fuera entrenador del Real Madrid, Rafa Benitez, la que dijo que su marido “tenía que arreglar los entuertos", en referencia a los líos que dejaba Mourinho en los clubes en que fue sustituido (precisamente, por Benitez). A ello, el luso contestó “sería mejor que esta señora ocupara su tiempo en cuidar la dieta de su marido”, apuntando a los kilillos de más que el “Gordo” Benitez cargaba encima. 
 
     A una escritora, se le señaló que ella confundía la ironía con el sarcasmo. Después del bochorno, esta creadora decidió aceptar su confusión y, a la vez, hizo el trabajo de reseñar las diferencias que son mucho más que simples sutilezas. Citó 3 ironías clásicas:
- Cuando se dice lo contrario de lo que se quiere decir: ¡Gracias por la multa, era justo lo que me hacía falta!
- Cuando ocurre lo inesperado: ¡Se quema el cuartel de bomberos!
- Cuando actuamos anticipadamente: Romeo, se suicida creyendo que Julieta está muerta

     Por otro lado, aquí hay algunos dardos sarcásticos directos a la yugular y que no se andan con chicas: 
 
- De Oscar Wilde: “Un verdadero amigo te apuñala de frente”
- De una mujer muy, pero muy mala: "No hables tan rápido, no me das tiempo de ignorar todo lo que dices"
- De la tía de Isabel (al marido de ésta): Lo vi en el mall...¡Qué distinta noté a Isabel, su señora! ¿Era ella, no?”
De Voltaire: Está prohibido matar; por lo tanto todos los asesinos son castigados, a menos que maten en grandes cantidades y al sonido de las trompetas.”
Del Dr. House: "Dígame usted si prefiere a un médico que le tome la mano mientras se muere o a uno que la ignore mientras la cura"

    Una sentencia irrefutable para aquellos que se especializan en vociferar los errores de los demás, pasándose por el aro los propios: "Los hediondos nunca se huelen"





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