David Zinn ha estado creando obras de arte originales en Ann Arbor, Michigan y sus alrededores desde 1987. Durante más de veinte años, trabajó como freelance para una amplia variedad de clientes comerciales, al tiempo que introducía su arte “sin sentido” en cualquier lugar, espacio o rincón de las calles o veredas del mundo donde hubiera algo, un hoyo, una rajadura, una piedra, una alcantarilla o cualquier cosa que fuera el principio de una historia que contar.
En el lado profesional, sus encargos incluyeron carteles teatrales, logotipos empresariales, dibujos animados educativos, murales de vertederos, superhéroes medioambientales, alegorías corporativas y camiones volquete pintados a mano. Al mismo tiempo, dio rienda suelta a su creatividad en lo personal pintando posavasos para bares, manteles individuales para restaurantes y hasta glaseados para tartas y nieve.
Hoy, gracias a las tentaciones de una caja de tiza para la acera en cualquier día inusualmente soleado, Zinn es conocido en todo el mundo por el arte que crea bajo sus pies y sobre el pavimento. Los dibujos callejeros temporales de David están compuestos enteramente de tiza, carbón y objetos encontrados, y siempre son improvisados en el lugar mediante un proceso conocido (por casi nadie y solo por él) como "anamorfosis pareidólica efímera".
La mayoría de sus criaturas se manifiestan en las aceras de Michigan, pero muchas han aparecido en lugares tan lejanos como playas de California, plazas de pueblos de Suecia o en esquinas de calles en Taiwán, entre otras partes del planeta.


